Minnesota quiere consagrar el aborto y los derechos LGBTQ en su Constitución
Los demócratas presentan una legislación histórica en Minnesota
Paul, Minnesota, los legisladores demócratas han presentado recientemente una importante propuesta que pretende consagrar tanto el aborto como los derechos LGBTQ en la constitución del estado. Esta iniciativa, denominada Enmienda por la Igualdad de Derechos de Minnesota, se presentó con la intención de proporcionar una protección sólida y a largo plazo de estos derechos, dificultando su modificación o derogación por futuros órganos legislativos.
Avances legislativos e impacto potencial
La enmienda se presentó la semana pasada y ha pasado rápidamente a su primera audiencia legislativa este lunes. De ser aprobada por la actual legislatura y posteriormente por los votantes en las elecciones de 2026, situaría a Minnesota como líder en Estados Unidos por su amplia protección del aborto y de los derechos LGBTQ. Según Betty Folliard, de ERA Minnesota, un grupo de defensa que ha defendido esta causa desde 2014, la medida aborda cuestiones más amplias que los derechos reproductivos, incluidas las disparidades salariales y los estereotipos discriminatorios persistentes.
Protecciones existentes y nuevas propuestas
El marco antidiscriminatorio de Minnesota ya está establecido a través de su Ley de Derechos Humanos, que afecta a diversas entidades como empresas, escuelas y otras instituciones. Sin embargo, la enmienda constitucional propuesta salvaguardaría específicamente ciertas leyes a nivel del gobierno estatal. Esto incluye la reciente legislación que ha convertido a Minnesota en un santuario para las personas de otros estados que buscan servicios de aborto y atención de afirmación de género, protegiendo estas leyes de futuros cambios políticos. La postura de los líderes republicanos sobre esta propuesta sigue sin estar clara.
Controversia y oposición
La enmienda no ha estado exenta de críticas. Varios grupos, entre ellos facciones antiabortistas, organizaciones religiosas y figuras políticas conservadoras, sostienen que la enmienda es excesivamente amplia y podría ser fuente de división. El lenguaje preciso de la enmienda prohíbe la discriminación por parte del Estado por motivos de raza, color, origen nacional, ascendencia, discapacidad o sexo, lo que abarca la identidad de género, la expresión de género y la orientación sexual. También garantiza el derecho a tomar decisiones sobre el propio embarazo y la salud reproductiva.