Un pueblo de Alberta decidirá si prohíbe los símbolos del Orgullo Gay
La ciudad decidirá sobre la prohibición de los símbolos del Orgullo en medio de la polémica de los pasos de peatones
Una pequeña ciudad canadiense está inmersa en un acalorado debate sobre la representación del colectivo LGBTQ+, que ha desembocado en un referéndum programado sobre la permisibilidad de los símbolos del Orgullo en terrenos municipales. Esto se produce después de que la instalación de un paso de peatones arco iris provocara una reacción considerable entre la población de Westlock, Alberta. El 22 de febrero, los residentes de la ciudad emitirán su voto sobre esta cuestión, una decisión impulsada por los esfuerzos de los activistas anti-LGBTQ+ que reunieron 700 firmas en la comunidad de 5.000 personas. Esta acción se ajusta a la estipulación legal de Alberta que obliga a celebrar un referéndum cuando al menos el 10% de la población de la ciudad respalda una petición de este tipo. La iniciativa del paso de peatones de colores partió de los estudiantes de secundaria, que solicitaron y obtuvieron la aprobación unánime del ayuntamiento para su proyecto.
El referéndum apunta indirectamente a los símbolos del Orgullo
El referéndum propuesto pretende excluir todas las representaciones de "movimientos políticos, sociales o religiosos o entidades comerciales" de los pasos de peatones y las astas de bandera municipales. Aunque los símbolos del Orgullo no se mencionan explícitamente, podrían ser los únicos afectados por el posible éxito del referéndum.
Concejal y activistas expresan su oposición
La concejala Laura Morie expresó su oposición a las implicaciones del referéndum, declarando: "Esto es pintalabios sobre el fanatismo". El grupo de defensa que promueve la aprobación del referéndum, denominado Neutralidad de Westlock, sostiene que la aprobación por el ayuntamiento del paso de peatones arco iris altera el equilibrio de "neutralidad e igualdad en los espacios públicos", favoreciendo a determinados grupos demográficos en detrimento de otros. Stephanie Bakker, líder del grupo, insiste en que sus motivaciones no se basan en prejuicios anti-LGBTQ +, sino en la preocupación por las implicaciones futuras de tales apoyos, lo que sugiere que podría conducir a una pendiente resbaladiza de manifestaciones públicas divisorias y de odio.
Preocupación por el favoritismo gubernamental y la igualdad
Bakker profundiza en su postura, haciendo hincapié en los peligros de que el gobierno seleccione grupos favorecidos, lo que podría dar lugar a un trato preferente y a una discriminación potencial contra los no elegidos. Se basa en su experiencia personal de haber crecido en una familia mestiza para defender la igualdad sin favoritismos.
Implicaciones nacionales e internacionales
El debate sobre los símbolos del Orgullo se extiende más allá de Westlock, con casos en Estados Unidos que ilustran tensiones similares. En Enfield (Connecticut) y Tennessee se han adoptado medidas para limitar la exhibición de banderas del Orgullo, lo que refleja un debate más amplio sobre la forma de acomodar los símbolos LGBTQ+ en los espacios públicos. Curiosamente, otra ciudad canadiense revocó recientemente su decisión de prohibir las banderas del Orgullo en las propiedades municipales, lo que pone de manifiesto la diversidad de enfoques de esta cuestión en Norteamérica.
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