Agresión a transexuales en Grecia
Declaración del Primer Ministro contra la intolerancia
En Salónica, ciudad célebre por su rica mezcla histórica de culturas e ideas, el Primer Ministro Kyriakos Mitsotakis, líder del partido conservador, lanzó un poderoso mensaje contra la intolerancia en su discurso para la campaña de las elecciones europeas. "Salónica siempre ha sido un crisol histórico de diversas culturas y filosofías", declaró Mitsotakis. Subrayó que no hay lugar para la intolerancia en la sociedad.
Respuesta presidencial a la agresión
La Presidenta griega, Katerina Sakellaropoulou, también se pronunció, declarando en un comunicado que tales actos de agresión están por debajo de los estándares de la civilización griega. Declaró con firmeza que cualquier forma de violencia dirigida contra ciudadanos o figuras políticas debido a su identidad u opciones vitales es inaceptable y no se tolerará en Grecia.
Detalles del incidente de la agresión a un transexual
El incidente en cuestión consistió en una agresión a dos transexuales de 21 años en Salónica. Según informaron las autoridades, la pareja fue perseguida y sometida a insultos verbales, escupitajos y lanzamiento de botellas por un numeroso grupo de jóvenes en la céntrica plaza Aristote de la ciudad. Las víctimas se vieron obligadas a refugiarse en un restaurante cercano hasta la intervención de la policía.
Detenciones y acciones judiciales
La actuación policial tras el incidente condujo a la detención de 21 personas, entre ellas varios menores.
Contexto: Legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y adopción
Este suceso ocurrió poco después de que Grecia aprobara el hito legislación que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo y adopción, defendida por el partido Nueva Democracia de Mitsotakis. La legislación se enfrentó a la fuerte oposición de la influyente Iglesia Ortodoxa Griega, que incluso amenazó con excomulgar a los legisladores que apoyaran el proyecto.
Oposición y reacción pública
A pesar de la oposición de la Iglesia, el proyecto de ley fue aprobado con un importante apoyo de los partidos de izquierda y socialistas, aunque casi un tercio de los miembros del propio partido de Mitsotakis votaron en contra o se abstuvieron. Antes de la aprobación de la ley, unas 4.000 personas se manifestaron contra la reforma frente al Parlamento, muchas de ellas portando iconos religiosos y crucifijos.