Victoria McCloud dimite por su identidad politizada
Victoria McCloud deja su cargo judicial
Victoria McCloud, la única jueza trans de Gran Bretaña, ha anunciado su dimisión, alegando el carácter excesivamente politizado de su identidad como la razón por la que ya no puede desempeñar eficazmente sus funciones. A sus 54 años, tras dedicar 18 a la judicatura, McCloud comunicó a altos cargos judiciales que la ideología TERF (feminista radical trans excluyente) imperante en el país le ha impedido ejercer "de forma digna". Declaró: "He llegado a la conclusión de que en 2024 la situación nacional y el marco judicial actual ya no son tales que sea posible de manera digna ser a la vez 'trans' y juez asalariado y bastante prominente en el Reino Unido."
McCloud ha expresado su preocupación por el hecho de que sus esfuerzos por animar a otras personas trans a desempeñar funciones judiciales la hayan convertido en "una figura pública y un objetivo", con un aumento de la hostilidad hacia las personas trans. Ha subrayado que "ha sido 'temporada abierta' contra las personas trans".
Impacto histórico y preocupaciones de McCloud
La carrera de McCloud, que hizo la transición en la década de 1990, ha sido pionera; fue la persona más joven nombrada para el Queen's Bench en 2006 y ha presidido casos importantes, incluidos los relacionados con personas de alto perfil como Donald Trump. En su carta de dimisión, expresaba su preocupación por que su cargo pudiera politizar el poder judicial.
La comunidad jurídica y otros sectores han expresado su consternación por su marcha. El abogado Harminder Bains elogió a McCloud por haber impulsado el poder judicial hacia el siglo XXI. Nazir Afzal, ex fiscal jefe de la Corona, la describió como "una de las juezas más finas y justas que tenemos", lamentando su dimisión como "desesperadamente triste".
El auge del antitransfuguismo en Gran Bretaña
La dimisión se produce en medio de un creciente sentimiento antitrans en Gran Bretaña, destacado por figuras como Kellie-Jay Keen-Minshull, también conocida como Posie Parker, fundadora del grupo antitrans Standing for Women. Parker ha sido influyente con su campaña "mujer humana adulta", que ganó atención por una polémica valla publicitaria en Liverpool en 2018. También gestiona la tienda online Adult Human Female, que promueve mercancía antitrans.
La campaña de Parker "Dejemos hablar a las mujeres" ha sido objeto de atención internacional, incluida una concentración en Melbourne (Australia) marcada por la participación neonazi. Además, Parker se enfrentó a la oposición durante sus giras, incluido un incidente en el que fue cubierta de zumo de tomate por aliados trans y obligada a abandonar un evento antes de tiempo. Sus intentos de organizar un acto transfóbico en Nueva York en 2022 también se encontraron con una importante resistencia por parte de personas trans y aliados.
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