Se deniegan los permisos al Festival de Cultura Queer de Seúl
El Festival se enfrenta a la denegación del permiso y adopta un recinto alternativo
El Festival de Cultura Queer de Seúl, un destacado evento anual Evento LGBTQ en Corea del Sur, se celebrará este año en las calles de Seúl. Esta decisión se produce después de que el gobierno de la ciudad denegara el permiso para utilizar cuatro sedes solicitadas previamente. La denegación supone un cambio notable respecto a la ubicación tradicional del festival en la Plaza de Seúl, donde se celebraba anualmente desde 2015, salvo la interrupción causada por la pandemia COVID-19.
Contraste con los avances regionales en materia de derechos LGBTQ
La situación en Seúl contrasta fuertemente con los avances en materia de derechos LGBTQ observados en otras democracias de Asia Oriental. Por ejemplo, Taiwán ha legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo, y Japón ofrece certificados de unión en varios municipios. A pesar de estos avances regionales, el gobierno municipal de Seúl, dirigido por un alcalde y una mayoría conservadores, ha rechazado por segundo año consecutivo la solicitud del festival para utilizar la céntrica plaza de Seúl, optando en su lugar por organizar un acto de «biblioteca al aire libre» durante el mismo periodo.
Justificación municipal en medio de las críticas
En defensa de sus decisiones, el gobierno municipal ha rechazado cualquier acusación de discriminación, afirmando su compromiso de escuchar y apoyar los derechos humanos de las personas LGBTQ como miembros integrales de la sociedad. Sin embargo, la sustitución del festival LGBTQ por un concierto juvenil cristiano el año pasado y la continuación de la biblioteca al aire libre han suscitado críticas sobre la vulneración de las libertades civiles, una afirmación que la ciudad rechaza por «infundada».
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Traslado del Festival y retos permanentes
El desfile principal del festival de este año tendrá lugar en varias manzanas del centro de la ciudad, un lugar aprobado por la policía y no por el gobierno municipal. Los organizadores se han enfrentado a continuos retos, como la oposición de grupos religiosos conservadores y la reticencia de la sociedad a abrazar plenamente los derechos LGBTQ. A pesar de estos obstáculos, el festival ha recibido un importante apoyo de entidades internacionales, entre ellas la embajada de Estados Unidos, que sigue participando activamente en el apoyo al evento como parte de sus iniciativas mundiales de derechos humanos.
Respuestas de posibles sedes y comentarios de activistas
El Museo de Historia de Seúl también denegó una solicitud para acoger conferencias relacionadas con el festival, alegando posibles conflictos sociales y alteraciones del orden público. Esta negativa ha sido confirmada tanto por fuentes activistas como por un funcionario del museo. Los activistas locales, como Heezy Yang, critican la falta de cooperación y comprensión de la ciudad respecto a la importancia del evento para la comunidad LGBTQ, destacando una oportunidad perdida de compromiso y apoyo significativos por parte de las autoridades municipales.